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  • Foto del escritorPenélope Donís

Algunas ideas del Libro Mujer, Arte y Sociedad de la autora [Whitney Chadwick]



En Estados Unidos a partir de los años de 1930, se dio una particular situación económica y social que se denominó la Gran Depresión. Los artistas norteamericanos comenzaron a estar bajo el patrocinio del gobierno, como parte de una serie de programas del Estado al dar empleos y reactivar la dura economía de aquella época.


Los proyectos federales como Works Progress Administration (Administración de avance de obras), duraron entre 1934-1939 aproximadamente, fortaleciendo en un 41% el reconocimiento y el desarrollo de muchas mujeres artistas.


Los encargos dados a las artistas por la sección Federal de Bellas Artes, otorgaban las obras mediante concursos y las artistas ejecutaban las obras sin firmar. Louise Nevelson, Lee Krasner, Isabel Bishop y Alice Neel trabajaron en esos programas.


Sin embargo, la política no discriminatoria del New Deal (Nuevo acuerdo) se contraponía con una tendencia que iba en contra de las mujeres que cobraban sueldos. A partir de finales de la década de los 30 ocurre un retorno de muchas mujeres a los hogares por una cierta intolerancia social a las mujeres trabajadoras.


En la década siguiente, este patrocinio gubernamental pasó de los artistas a las galerías de arte privadas y bajo el prejuicio social de la diferencia de los roles sociales, el número productivo de mujeres artistas disminuyó en el trabajo.


En los años 40, antes de la consolidación del expresionismo abstracto como corriente dominante en el panorama de Estados Unidos, los artistas se expresaban bajo las corrientes del realismo social hasta la abstracción geométrica. La artista Isabel Bishop trató de relacionar la herencia clásica con la composición renacentista y con una visión particular por los asuntos urbanos de esa época. A su vez, la presencia de la artista Irene Rice Pereira se mantuvo en la línea de la abstracción geométrica.


En esta década, se consolidó el expresionismo abstracto como corriente artística dentro de la vanguardia norteamericana. Dentro de esta influencia tenemos el trabajo de la artista Lee Krasner, donde tuvo una búsqueda de una síntesis entre la forma abstracta y el contenido psicológico. Luego que conoció al artista Jackson Pollock abandonó el estudio del natural para trabajar al automatismo.


La artista Dorothy Dehner, casada con el artista David Smith, encontró que no podía conciliar las demandas del matrimonio con el arte. Empezó a trabajar como escultora cuando se separó de Smith en 1950. Siendo interesante esta experiencia de la artista, porque los profesores de arte aconsejaban a sus estudiantes a no vincular sus experiencias vitales como mujeres en su trabajo, pero luego se darían cuenta que las diferencias de responsabilidades socialmente asignadas limitaban a muchas mujeres en el desarrollo de sus proyectos artísticos al no tener tiempo para dedicarse a ellos.


La artista Loise Bourgeois trabajó de manera autobiográfica con el vínculo del cuerpo/ hogar/ arte señalando que el hogar es una fuente de conflictos para la mujer, pero los críticos observan su obra como una relación natural entre la mujer y el hogar. Uno de los temas más trabajados por la artista ha sido la imagen de la araña.


Para ella, la araña es una alabanza a su madre, que la recuerda como un ser que podría verse débil, pero que realmente era muy fuerte. En sus tejidos se encontraba la protección y el sustento para sus hijos. En palabras de la propia artista podemos encontrar esta relación,


“La Araña es una oda a mi madre. Ella era mi mejor amiga. Como una araña, mi madre era tejedora. Mi familia estaba en el negocio de restauración de tapices, y mi madre estaba a cargo del taller. Igual que las arañas, mi madre era muy astuta. Las arañas son presencias agradables que comen mosquitos. Sabemos que los mosquitos esparcen enfermedades y por lo tanto, no son bienvenidos. Entonces, las arañas son proactivas y de mucha ayuda, justo como lo era mi madre”


Louise Bourgeois. Su obra maman. En la entrada principal del Museo Guggenheim de Bilbao en España.

Es interesante como las artistas que recibieron mayor atención de la crítica a principios de los 60 fueron tres escultoras que se expresaban con ideas subjetivas en comparación a la corriente dominante, artistas como Lee Bontecoy, Marisol Escobar y Niki de Saint Phalle.


Marisol Escobar de ascendencia venezolana, tomó las figuras americanas de los medios de comunicación y creó sus esculturas de estos personajes con cierto humor satírico, mezclado con una influencia precolombina. Niki de Saint Phalle fue miembro de los Nouveaux Réalistes, grupo neo-dada de la década de 1960, desarrolla unas figuras voluptuosas de la mujer llamadas "Nanas" (Chicas, en francés). Esculturas llenas de vitalidad, alegría y libertad que desafiaban las convenciones sociales de la mujer de esa época.


Marisol Escobar. Fragmento The party 1965-66

A finales de los 60 y principios de los 70, se desafía el modernismo. Las artistas comenzaron a tener posiciones feministas que rechazan los paradigmas patriarcales en los roles sociales.


En 1964, Eva Hessel trabajó con materiales industriales, donde logró piezas táctiles ingeniosas. No se consideró feminista, pero manifestó las contradicciones entre las expectativas sociales y su desarrollo como artista. “No puedo serlo todo, mujer, hermosa, artista, esposa, ama de casa, cocinera, vendedora. No puedo, ni siquiera ser yo misma, ni saber quién soy”.


En 1966 los rumores de la disidencia, evidencian las divisiones de los norteamericanos por razones de racismo, sexismo y militarismo. Estos temas invaden igualmente al mundo del arte. La artista Faith Ringgold y May Stevens entre otras, visualizaron el mundo de los blancos y la realidad de los negros. F. Ringgold participó en la primera exposición de artistas negros celebrada en Harlem.


En 1968 May Stevens colaboró activamente en virtud de los Derechos Civiles y utilizó imágenes que expresaban la contienda social racial cotidiana, como por ejemplo en “Gran papá, muñeca de papel”. Betye Saar realizó imágenes estereotípicas de negros con contenidos políticos en lugar de ser oníricos y surrealistas.


A finales de 1969 y principios de 1970 se dieron protestas contra el sexismo y el racismo inmersos en el mundo del arte. Dando como resultado el movimiento de Liberación de la mujer en 1970, más la creación de los grupos Women Artist in Resistance (Mujeres Artistas en Resistencia), Women Students and artists for Black art Liberation (Mujeres Estudiantes y Artistas por la Liberación del Arte Negro) y la Art Workers Coalition (Coalición de Trabajadores del Arte). El movimiento feminista desafió las ideologías patriarcales del arte y de los artistas. Se reivindicó el trabajó de artistas anteriores y se produjo un incremento de mujeres en el arte.


Judy Chicago organizó el primer curso de arte feminista en el California State College. Tanto ella como Miriam Schapiro hicieron la transición de las abstracciones geométricas a obras de experiencias femeninas donde se realza el orgullo del cuerpo y la mente femenina.


Alice Neel desde su propio cuerpo nos expresa la visión de lo que una mujer ve. Aunque algunos críticos destacan las dificultades en desligarse de los convencionalismos del desnudo del arte occidental.


Las feministas logran estrategias y tácticas políticas para una mejor representación en las escuelas, en exposiciones, apertura de lugares de exposición alternativos, donde se celebren el poder y la dignidad de la sexualidad femenina.


Se pone en discusión la dicotomía entre arte y artesanía, considerando que el soporte de la tela es la “iconoclastia” de la década de 1970. Como representante del arte con fibras tenemos a Magdalena Abakanowicz, en formas y decoración a Miriam Schapiro, Jachie Winsor que trabaja con otro tipo de materiales.


En San Francisco se produce el primer colectivo femenino para pintar murales, que fusionaron la amplia tradición muralista mexicana con la historia contemporánea. Entre esas artistas se encuentra Judy Baca que en conjunto a otros artistas, realizó El Gran Muro de los Ángeles, en la ribera de un canal de las aguas del Valle de San Fernando.


Luego del pluralismo de la década de los 70, hubo un retorno a la pintura por neo expresionistas donde se excluyó virtualmente a muchas mujeres. En 1984, las mujeres volvieron a manifestar y apareció The Guerrilla Girls (Las Chicas Guerrilleras), un grupo anónimo artístico femenino que hizo llamados de atención en situaciones donde se manifestó el sexismo y el racismo en las galerías y museos de New York.


Anuncio de Guerrilla Girls “¿Las mujeres tienen que estar desnudas para entrar al museo?. Menos del 4% de los artistas de las secciones de arte moderno son mujeres, pero el 76% de los desnudos son femeninos”.

En el posmodernismo se colocan en discusión los mitos culturales del poder. Las mujeres que se relacionan con el arte del pasado sufren una serie de prejuicios por el proceso creador, el estilo, los métodos de aplicar la pintura, etc. Otras desafían la imaginería visual descomponiendo las imágenes, los dogmas, los procesos de formación de imágenes en la construcción social de la feminidad.


La artista Mary Kelly lucha por la posición de la mujer en la cultura. En Documento postparto, utilizó diversos modos de representación literario, científico, psicoanalítico, lingüístico y arqueológico, para trazar el registro del comienzo de la vida de su hijo y su relación con él. La artista hace visible esta experiencia como madre en la intimidad de su hogar, que por lo general es una labor que se mantiene de forma invisible socialmente. La obra participa de la escritura, porque en la medida que lo femenino participa del lenguaje puede cambiar paradigmas.


Mary Kelly, Documento Post Parto. 1978.

Por su parte Jenny Holzer pone de relieve el arte como información. Donde los textos se apropian de espacios u objetos des-contextualizándolos. Tuvo una búsqueda por lograr nuevos medios para que su mensaje llegara al público general. Es por esto que utilizó medios de comunicación no artísticos, que iban desde carteles, hasta letreros electrónicos con proyecciones de luz que iluminaron fachadas a gran escala en lugares públicos.


Para esta artista los medios de comunicación son un tema en sí mismos. Las imágenes y los símbolos cambian de significado cuando son utilizados en contextos diferentes a los percibidos tradicionalmente.

Jenny Holzer. Obra Survival (Supervivencia). Texto de la imagen: "Protégeme de lo que quiero". 1983-85. Foto: John Marchael

Cindy Sherman se coloca ante la cámara con autorretratos que nunca revelan nada de la personalidad de la artista.. Las imágenes de Sherman no son autobiográficas, son una construcción de imágenes de la femineidad impuestas por la sociedad, la moda, la época, los medios de comunicación.


Ella utilizó su cuerpo y su rostro como un lienzo para “construir” o desdibujar este imaginario. Valiéndose del disfraz, usó pelucas, maquillaje, máscaras, prótesis para tratar el tema de la superficialidad de los estereotipos sociales. En sus fotografías tampoco encontramos una narración o una historia que las acompañe. Le da una libertad al espectador para que elabore este discurso si tiene la necesidad de hacerlo. No por esto significa que no tiene un lenguaje y unas ideas implícitas en su obra. Solo que su lenguaje es visual.



Cindy Sherman. Untitled film still #58. (Película sin título todavía #58)

A décadas del movimiento precursor feminista de los años 70 en Estados Unidos, aun vivimos a nivel mundial sobre antiguos paradigmas-prejuicios sociales en la distribución del trabajo por género, edad, clase social, grupo étnico etc. y aunque la mujer en varios países ha ganado una mayor presencia y poder en los trabajos, aun falta mucho por recorrer.


De los diversos movimientos artísticos de estas grandes artistas que Whitney Chadwick menciona en su libro y que por razones de espacio no se mencionan en su totalidad en este breve texto, unas de las ideas esenciales es la propuesta a una nueva concepción de lo femenino. Donde el lenguaje es utilizado como una herramienta que identifica los paradigmas para redimensionar a la mujer como un sujeto y no como un objeto, A su vez, la enseñanza de actuar ante la injusticia y ante los prejuicios como un grupo, como una gran conciencia colectiva.


Dejando atrás su diferencias de estilo y de nacionalidad de origen e idiosincrasia, estas artistas supieron unirse y apoyarse cuando estaban siendo víctimas del desplazo en los trabajos. Una de las mayores violencias sofisticadas en los tiempos posmodernos. Apartar a una persona de la posibilidad de ganarse un sueldo de manera digna por razones de género, de edad, grupo étnico, forma diferente de pensar y hacer las cosas, etc, en fin de prejuicios.


Todavía tenemos mucho que aprender de ellas, no sólo de la visión de su arte, sino del mensaje y las enseñanzas que este nos deja. Donde se manifiesta la renegociación del poder. Para considerar que en esa renegociación se esconde una libertad en los roles que conciernen a lo femenino y a lo masculino. Al no tener que responder a estos roles a través de demandas sociales impuestas, sino, si se quiere, por medio de expresiones internas más genuinas.



Bibliografía

CHADWICK, Whitney. Mujer, Arte y Sociedad. 1º ed. Barcelona: Ediciones Destino, S. A., 1992

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