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  • Foto del escritorPenélope Donís

[Marcel Duchamp]

Actualizado: 9 mar 2023


Marcel Duchamp retratado por el fotógrafo Henri Cartier Bresson.

En el siguiente texto se intentará abordar las ideas esenciales del texto “Duchamp concentrado” de Juan Calzadilla, publicado por la revista Imagen Latinoamericana. Desde un momento muy temprano hacia 1913, Marcel Duchamp concientizó que no debía orientar su obra a todo intento que se encajonara en algún patrón artístico y que afianzara el gusto establecido por la aceptación de los movimientos de vanguardia.


El oficio de pintor, según él, no sólo obedecía a una acción automática ni a un sistema retiniano, sino que también era una conciencia crítica, dando lugar a las ideas teóricas por las que se sintió influenciado, apartando los antecedentes de Cézanne y el impresionismo.


El artista no paró de encontrar desde sus inicios vías alternas de expresión sin estancarse en un movimiento, por eso trató de dar un paso más en el cubismo, comenzó con la descomposición de los planos dando la ilusión de movimiento, como se puede apreciar en Desnudo descendiendo una escalera pintada en 1912 que revolucionó toda la pintura, especialmente en Estados Unidos, donde toda la obra de Duchamp fue totalmente aceptada y por eso él se trasladó a vivir allá.



Marcel Duchamp. Desnudo descendiendo una escalera. 1912.

En su afán de encontrar vías alternas para el arte, descubrió la esencia del arte cinético al colocar una rueda de bicicleta en un taburete hacia 1913, hecho que repercutió profundamente en el arte.


Marcel Duchamp. Rueda de bicicleta sobre un taburete 1913

A partir de este objeto, se centrará en propuestas que den un razonamiento teórico o poético, con la necesidad de expresar las ideas en las cuales se fundamenta, otorgando a Duchamp no sólo la visión del artista, sino la visión de un intelectual y teórico.


Ideas que generaron mucho interés en nuevas generaciones y que lo hizo precursor de varios movimientos artísticos, donde sus ideas estuviesen relacionadas, pero sin encasillarse en alguna corriente particular,


“Cubistas y futuristas se lo disputaban y lo reivindican. Los surrealistas y hacedores del dadaísmo, lo elevan a figura capitular y, de hecho, encuentran en sus escritos, más que en su obra plástica, elementos afines al espíritu subversivo de su época. Cinéticos y neo-retinianos encuentran para él un lugar especial en las ramas de su árbol genealógico. Los experimentalistas de nuevo cuño, sin contar las huestes de conceptualistas, le citan a cada momento y legitiman sus propuestas invocando a tan profundo ancestro”.[1]


Los textos de Duchamp, fueron reunidos de forma póstuma y el ensayo de Calzadilla intenta aproximarse a las ideas del creador, partiendo de una selección de textos. Duchamp plantea que el arte puede encontrarse en la idea, más que en lo visual, ya que el artista decide lo que puede ser arte, entrando a la técnica del ready-made, lo cual era librar al arte de ser un producto creado por las manos, para ser en este caso, un objeto encontrado desligado del gusto artístico.


Luego del éxito conseguido con los ready-made, Duchamp señaló que la elaboración de estos objetos no obedece al gusto, sino es por una elección que responde de forma indiferente a lo que consigue a nivel visual.


También emula la técnica de los trompe l'oeil (trampaojos), que es una ilusión óptica que engaña a nuestra vista, al desvincular lo real de la creencia. Que luego fue retomada por muchas obras de arte conceptuales de las décadas de los 50 y 70. Con los ready-made el artista escoge lo que es arte en un mundo de múltiples posibilidades, pero luego Duchamp corta las experiencias para no caer en la satisfacción del gusto.


De forma posterior, elaboró un modelo ideal de ready-made recíproco, como por ejemplo, la utilización de una obra de arte famosa para ser utilizada como mesa de planchar, para lograr una profunda contradicción por el compromiso simbólico y material que puede tener determinado objeto.


De esta manera se manifiesta la libertad del artista moderno al escoger de forma irónica los objetos que la cultura les da, para así llegar al concepto de los ready- made total. El artista nos facilita la comprensión que así como los tubos de pintura son productos elaborados por la industria y participan de la obra de arte, las telas y otros objetos también pueden ser utilizados en esta técnica. Abriendo nuevas posibilidades para el arte.


Lo que es una repetición en el creador, no es la guía fiel a una regla, sino demostrar que la constante del cambio es un reto para la imaginación del artista y del espectador. Otra gran obra del artista es El gran vidrio. que queda inconclusa, para demostrar que toda pieza incluyendo a la humanidad esta inconclusa.



Marcel Duchamp. El Gran vidrio, 1915-1923

En esta obra incorpora toda una serie de anotaciones, bocetos y diseños, que participaron en la reflexión de la obra de arte, llegando a ser más importante la reflexión que se gire en torno a una pieza, que la pieza en sí. Dando la importancia que todo documento que hable en torno a una obra de arte es parte de esa obra de arte, “Lo que se dice sobre la obra, es, así pues, la obra misma”.[2]


Duchamp fue el primer artista conceptual que inició múltiples caminos para el “hacer” arte, para la comprensión y contemplación del arte, al cambiar el concepto de las imágenes visuales por las ideas que están contenidas en una obra. A su vez, el artista perteneció al surrealismo, exponiendo en la Primera Exposición Internacional del Surrealismo una serie de sacos de carbón vegetal colgados del techo en 1936, hecho que también repercutió profundamente en el arte conceptual y surrealista, al dinamitar las ataduras de la representación de imágenes logradas por medio de estrategias simbólicas de los sueños pintados.


Posteriormente en la década de los 60, accionaran continuamente las ideas de Duchamp, a través de propuestas de salas expositivas sin obras de arte o salas llenas sólo de marcos. Las instalaciones que vemos hoy en día, tienen su génesis en la obra de este artista, como nos lo recuerda la exposición Primeros papeles del surrealismo 1943, cuando tejió dos kilómetros de cordel expuesto en la sala.


Marcel Duchamp. Primeros papeles del surrealismo, 1943

La obra de Duchamp nos habla de un artista influenciado por la literatura que abrió nuevos caminos para las artes visuales. A su vez, también participó en la creación literaria por medio de su antifaz de poeta llamado Rrose Sélavy. Que fue una especie de alter ego donde el artista experimentó con la imagen y con la identidad de sí mismo. Realizó bajo este seudónimo obras de arte, poemas y fue retratado en este personaje por el gran artista Man Ray, quizás, como parte de ese juego irónico hacia la cultura y viéndose así mismo como parte de ella.

[1] Juan Calzadilla. “Duchamp concentrado”. En: Imagen Latinoamericana. Pag-39 [2] Juan Calzadilla. Ob. Cit.,. Pag-46

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