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  • Foto del escritorPenélope Donís

[Ferdinand Bellermann] el pintor de [Alexander von Humboldt] en su viaje por Venezuela.

Actualizado: 9 mar 2023


Ferdinand Bellerman. Atardecer a orillas del río Manzanares. Cumaná. 1867

Ferdinand Konrad Bellermann nació el 14 de marzo de 1814 en Erfurt, Alemania. A muy temprana edad, trabajó pastoreando ovejas en vista de la prematura muerte de su padre que dejó a su familia inmersa en una situación de escasos recursos económicos.


Sin embargo su talento para el dibujo fue descubierto a tiempo y fue enviado a estudiar a la edad de 14 años a la Freie Zeichenschule (Escuela Libre de Dibujo) en Weimar, para recibir clases de dibujo de porcelanas; pero debido a la falta de precisión de su vista para el dibujo en este material, regresó a Erfurt hasta el año de 1833, cuando posteriormente inicia sus estudios en Berlín.


En 1833. En Berlín, su tío abuelo Johann Joachim Bellermann hace posible que el joven Ferdinand realice estudios en la Academia de Artes de Berlín. Convirtiéndose en alumno del pintor paisajista y precursor alemán del impresionismo, el pintor Carl Blechen.


Más adelante al enfermar Blechen, fue sustituido por el pintor August Wilhelm Schirmer donde Bellermann se convirtió en su asistente y amigo fraternal. A los años de la muerte del pintor Schirmer el joven Bellermann, se quedaría impartiendo la cátedra de pintura paisajista de la Academia de las Artes en 1866.


En 1840 Bellermann realiza un viaje a Noruega con Friedrich Preller donde a pesar de las dificultades del clima el fin último era ejercitar sus destrezas artísticas en la expresión del paisaje.


Al regresar del viaje, Bellermann pinta un cuadro de gran formato que atrae la mirada sobre su talento, el cual fue comprado por el Rey de Prusia, Federico Guillermo IV. Hecho que lo hace acreedor de ser el artista más capaz de acompañar a Alexander von Humboldt para lograr las mejores representaciones con precisión artística de plantas y paisajes en Sudamérica.


El 10 de julio de 1842, llega Bellemann al puerto de la Guaira después de varios retrasos de su viaje a Hamburgo. Seguidamente viaja a Puerto Cabello que era el destino del “Margareth” (el barco donde viajaba) y en esta ciudad costera venezolana conoce a un comerciante alemán de apellido Glöckle que lo introduce al país y lo lleva a su casa de campo en San Esteban, sumergiéndose en la inmensidad del paisaje venezolano.



Ferdinand Bellerman. Hacienda de San Esteban en Puerto Cabello. 1842

Hasta mayo de 1843 Bellermann permaneció dentro del área de Caracas, Puerto Cabello y Valencia. Pintando de forma sistemática y científica el paisaje y la flora venezolana según los deseos de Humboldt.


Posteriormente Bellemann decide emprender el viaje a la Cueva del Guácharo en Caripe según los deseos de Humboldt, acompañado de los naturalistas Carl Moritz y Funck. Al finalizar ese año, Bellermann acepta pintar la hacienda “El Palmar” de los Vollmer e inicia su viaje a los valles de Aragua. En el Palmar se encuentra con Carl Moritz y deciden ir juntos a la recién inaugurada por Agustín Codazzi, la Colonia Tovar.



Ferdinand Bellermann. Cueva del Guácharo 1843

El 15 de julio de 1844 se va de la Colonia Tovar y decide irse a Caracas. Realiza una serie de excursiones en torno a la ciudad y luego el Rey de Prusia le otorga nuevamente una beca que le permite ir a Mérida.


La estadía en Mérida duró hasta 1845 y el 26 de abril regresó a la Guaira. Luego de su intensa estadía por Venezuela, el 28 de septiembre subió al barco que lo llevaría de regreso a Hamburgo, llegando el 15 de noviembre de ese mismo año.


Bellermann continuó su carrera como pintor de forma muy discreta en Alemania. Hacia 1849 fue profesor de dibujo, luego en 1851 y 1852 trabajó en la ampliación del Nuevo Museo en Berlín con dos grandes murales para la sala de Antigüedades Nórdicas. En 1857 es nombrado profesor de paisajismo en la Academia de Berlín.


Para la época de su fallecimiento el 11 de Agosto de 1889, la pintura de Bellermann no logró grandes reconocimientos en el ámbito cultural de su país, debido a que la representación de modelos realistas en la pintura cedió lugar al impresionismo y la mirada de los espectadores giró a los mares del Sur y a África.


Sin embargo posteriormente a la muerte del artista, a unos 100 años de distancia se recobró el interés por el autor y hubo una serie de exposiciones de sus obras en 1987 en Berlín, 1989 en Erfurt su ciudad natal y en 1991 en Caracas en la Galería de Arte Nacional.


Ferdinand Bellermann. El río Orinoco.
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